En el trascurso de un encendido debate en el seno de la lista Petrocenitales —que aún continúa— en torno a las dietas omnívoras vs. vegetarianas, saqué a colación el concepto cattoniano de los detritívoros. Pero me temo que convendría ir más allá y, también siguiendo a Catton, reconocernos como una civilización futurívora, puesto que además de estar engullendo como posesos millones de años de luz solar cada día, estamos comiéndonos el futuro de nuestros hijos.
Prometeo nos ha convertido en Saturno.
La explicación del por qué el Capitalismo destruye el futuro se encuentra en la base de la ideología que sustenta este sistema: «Dios proveerá».
Sí, las cosas son así de sencillas, cuando separas cada una de las partes.