Digo yo: si la OTAN es un club tan guay, una «alianza puramente defensiva», que no va contra nadie… y Rusia no tiene en realidad motivos para sentirse amenazada por su expansión, la cosa tiene fácil arreglo, ¿no? Invitamos a Rusia a unirse a la OTAN y asunto arreglado. Se acaba la guerra en Ucrania y todos amigos. Total, ¿qué más da que sea un país escasamente democrático, que machaque a su propia población, que invada países vecinos o que se permita «chantajear» a los países de la UE? ¡Si ya tenemos otro país en el club que hace eso mismo y son super-colegas nuestros! ¡Claro, me refiero a Turquía!
PS: A quien le parezca demasiado descabellada esta provocadora propuesta (que no es nada original, por cierto), le recordaré que en su día se habló en serio de la entrada de la Rusia post-soviética en la Alianza Atlántica, incluso por parte de Vladimir Putin. De hecho, llegó a entrar en 1994 en el Partnership for Peace de la OTAN. Igual deberíamos preguntarnos por qué al final no se convirtió en miembro de pleno derecho y nos encontramos ahora como nos encontramos.
Aupa Manuel! Gustura irakurtzen ditu zure idatziak, hausnartzea eragiten didate. Eskerrik asko!
Gaurko artikuluak irritxoa eragin dit. Baina norberaren iritziak zer diren, irakurri dudanean «un pais escasamente democrático, que machaque a su propia población, que invada países vecinos o que se permita «chantajear» a los países de la UE», ez zait etorri burura Turkia (nahiz eta estatu horrek ere ezaugarri horiek guztiak badituen), baizik eta USA sakrosantua 😉
Bestetik, ez nekien Barakaldon sortua zinela, sorpresa ederra hartu dut. Ni santurtziarra naiz, beraz, biok Ezkerraldeko kumeak.
Besarkada eta eutsi goiari!
Mila esker, cuasi-paisano! 🙂
Pues sí, touché! A los USA se les podría aplicar casi con el mismo rigor la descripción que he hecho. Pero bueno, para el caso… quien aún considere que el resto de países de la OTAN son democráticos, respetan los derechos humanos, etc. difícilmente lo podrían decir de los dominios del amigo Erdogan.