Además, las fotos venían acompañadas del siguiente manifiesto, que reproduzco:
Final de mes, final del mundo. La misma lucha
La Crisis Climática tiene un fuerte componente de clase. El 1% de la población más rica contamina el doble que la mitad más pobre (https://www.nationalgeographic.com.es/mundo-ng/1-poblacion-mas-rica-contamina-doble-que-mitad-mas-pobre_15913).
Son las corporaciones las que nos explotan a nosotras y al planeta. El sistema capitalista es incompatible con la vida. No lo decimos nosotras, lo dice el IPCC (https://ctxt.es/es/20210801/Politica/36970/IPCC-capitalismo-insostenible-informe-filtracion-cambio-climatico.htm).
Tenemos que tejer resistencia común frente al monstruo del capital si queremos tener alguna esperanza de paliar los peores efectos de la Crisis Climática.
Ojalá este 1 de mayo nos sirva para recuperar historias no tan antiguas de nuestro propio estado; de revoluciones anarquistas y frentes unitarios contra el fascismo.
Ojalá que nos sirva también para aprender de la resistencia indígena y de otras experiencias emancipadoras como las de nuestras hermanas zapatistas o el PKK.
Ojalá que esté 1 de mayo suponga el principio del fin de un régimen que nos mata, amordaza y condena.
Necesitamos una revolución climática. Amor y furia.