Ningún partido decrecentista que consiguiera milagrosamente ganar las elecciones por mayoría absoluta se va a encontrar un botón rojo en La Moncloa que permita dejar de crecer. Porque el crecimiento es una lógica de funcionamiento, no una decisión.
Se supone que con esto Emilio nos quiere decir que la propuesta política decrecentista es inviable, irreal o utópica. O simplemente que no es tan sencilla como alguien (que no cita) podría presuponer.
Pero me pregunto yo si existe acaso un botón verde en La Moncloa para realizar políticas verdes, como dice ser el Green New Deal que él defiende últimamente, o un botón violeta para hacer políticas feministas, u otro tipo de botón de color para hacer una política redistribuitiva o de justicia social.
Me extraña que sólo sea capaz de notar la ausencia de ciertos botones (los que activarían las políticas que él ha renunciado a defender, por preferir otras), y sin embargo vea otros botones, que en realidad tampoco existen. Cualquier política de gran alcance y trasversalidad se debe poner en práctica, obviamente, mediante medidas amplias, complejas, en etapas, con medio de numerosas acciones legislativas y de gobierno, incluso mediante medidas culturales cambiando terminologías y narrativas en el discurso público, difícilmente reducibles a esa caricatura de trazo grueso del «botón» que utiliza Emilio para argumentar contra el Decrecimiento. Todas tienen que salvar «inercias profundas», todas se enfrentan a «lógicas de funcionamiento». También una política ecológica, decrecentista, feminista, socialista, pacifista… Y eso lo sabemos todas las personas que militamos en cualquiera de esos campos. Creo que Emilio en realidad también lo sabe… ahora solo necesita reconocerlo.
