Un gobierno cabal estaría diseñando ahora mismo la legislación pertinente para poner en marcha algo como esto:
- En primer lugar se identificarían exhaustivamente aquellos sectores de actividad económica más vulnerables al declive energético fósil o que impacten más negativamente sobre el clima y los ecosistemas en general, incluyendo la salud humana: serían los sectores por reducir (S-). Ejemplos de estos sectores serían: transporte por carretera, turismo, industria del automóvil, ganadería industrial, etc. Se enumerarían, así mismo, aquellos sectores que puedan aportar resiliencia a la sociedad frente al múltiples amenazas que tenemos por delante: declive energético (con especial atención al final de la mundialización y la relocalización económica a que dará lugar), caos climático, pandemias, pérdida de biodiversidad, etc.: estos serían sectores por ampliar (S+). Ejemplos serían: agroecología, servicios forestales, rehabilitación de viviendas, sustitución orgánica de materiales petroquímicos, energías renovables apropiadas, reparación y reciclaje, cuidados, etc. Aquí cabría incluso hacer una diferenciación por zonas geográficas, de tal manera que se identificasen ciertos sectores S+ como más necesarios en determinadas áreas (S++). También cabría establecer plazos para la reducción de los sectores S- en función del ritmo previsto de los diversos impactos del declive del petróleo, así como por su huella de CO2, como sectores S–.
- Una vez identificados estos dos tipos de actividades, se pondría en marcha un amplio paquete de medidas para favorecer el trasvase de trabajadores de los sectores S- a los sectores S+. Deberían estar dotadas de una cantidad muy importante de recursos económicos. Dichas medidas podrían incluir:
- Ayudas para la creación de empresas en sectores S+, favoreciendo especialmente las fórmulas de economía social. Podría incluir la creación de nuevos tipos de cooperativas, al estilo de las CDC propuestas por Ted Trainer, de tipo comunitario. Plan de exenciones fiscales.
- Planes de formación para el empleo, de tal manera que se capacite a un gran número de personas para trabajar en los sectores S+. Plan de formación de formadores.
- Priorización de la compra pública a empresas de los sectores S+. Regulación de precios para asegurar la pervivencia de dichas empresas.
- Restricciones a la publicidad de los sectores S-. Servicios públicos para ofrecer información a los consumidores sobre las empresas S+ (directorios de servicios y productos locales, por ejemplo).
- Banco de recursos públicos accesibles en condiciones especiales a las empresas de los sectores S+, por ejemplo cesión sin coste de locales o terrenos de titularidad pública. Financiación pública sin intereses.
- Subsidios a las actividades más críticas de los sectores S++, especialmente a la producción local y ecológica de alimentos.
- Creación de empresas públicas para complementar la actividad privada en aquellos sectores S+ donde sea especialmente crítica: energía, industria farmacéutica, etc. Contratación pública. Nacionalización o expropiación cuando fuese necesaria, favoreciendo la descentralización en el mayor número de áreas posibles.
- Incentivos para la relocalización de familias a causa del cambio del sector: vivienda pública o privada a precios tasados por el Estado, ayudas al alquiler o incluso vivienda gratuita en áreas rurales para la incorporación al sector agrícola, por ejemplo. Dotación de servicios públicos esenciales en áreas por rehabitar: escuelas, servicios sanitarios, comunicaciones…
- Estímulos para la recepción de inmigrantes en aquellas áreas S+ donde haya más dificultades para situar a trabajadores locales.
- Plan de comunicación social para estimular la reconversión, recualificación y adaptación profesional, así como la movilidad a las áreas más necesitadas de mano de obra. Incluiría campañas informativas, programas específicos en la radio y TV públicas.
- Plan de adaptación curricular en Formación Profesional, pero también en educación primaria, secundaria y universitaria, para favorecer el cambio laboral hacia los sectores S+.
Esto es tan sólo un esbozo, obviamente, que debería ser articulado concienzudamente y dotado de amplia financiación. Algo así es lo que necesitamos para un Plan de Recuperación y Resiliencia, y no lo que ha pergeñado el gobierno español y que pretende financiar hipotecando a las generaciones futuras (Next Generation, irónicamente), un camino sin salida que ni tan siquiera tendrá tiempo de intentar.