Los anticapitalistas, en su inmensa mayoría, no están sabiendo aprovechar la oportunidad histórica que supone que el Capitalismo esté chocando con los límites biofísicos del planeta. Es decir, que no están sacando partido estratégico al hecho de que su némesis se está quedando sin combustible.
Y este desaprovechamiento se da también en el terreno comunicativo. Hasta ahora, para argumentar en contra del Capitalismo, tenían que convencer a la gente de que era un sistema injusto, perverso, inmoral; ahora podrían jugar la baza, incomparablemente más potente, de explicar que es un sistema inviable, que ya no es que no deba continuar sino que no puede continuar. Ahora la principal disyuntiva que presentar ya no es «O Capitalismo o Socialismo/Comunismo/Anarquismo…» sino «O Capitalismo o Supervivencia».