En la Era del Conocimiento estamos viendo la mutación de los paradigmas que rigen múltiples aspectos de la sociedad y la economía. Al copyright se le opone cada vez con más fuerza el copyleft (las licencias estilo GNU, Creative Commons, etc.), al software propietario se pone el software libre… Y ahora tenemos un nuevo paradigma para sustituir a otro modelo que ya no tiene sentido en esta Era de la Comunicación y el Conocimiento: la Democracia Directa, para sustituir a la Democracia (?) Representativa.
Del mismo modo que el software propietario nos niega la posibilidad de conocer su origen ni sus entresijos (nos viene dado, de forma cerrada, opaca), así los partidos deciden por nosotros sin dejarnos intervenir en aquello que nos afecta a diario. Si nos gusta, lo usamos (les votamos); si no, tan sólo tenemos la opción de elegir otra marca de software (otro partido) también propietario.
Pero el software libre del gobierno público sería un sistema en el que las propuestas y decisiones son generadas por iguales (P2P) de forma abierta, para ser mejoradas por los usuarios (ciudadanos). Y cada persona puede proponer mejoras, hacer el software suyo y proponerlo a los demás. Eso es la Democracia Directa.
Por tanto, eliminemos el software propietario (Sistema Representativo, basado en partidos y en la delegación jerárquica piramidal) del hardware que gobierna nuestras vidas (el Gobierno, el Estado) y hagamos una reinstalación a partir de software libre (la Democracia Directa, basada en la ubiquidad y asincronía de una red descentralizada de ciudadanos conectados).
Publicado originalmente en D-3.info