[Publicado en Synapsis y como carta al director en el diario vasco El Correo]
Es realmente indignante ver como sistemáticamente desde los organismos estadísticos del País Vasco y desde los diferentes medios de comunicación se niega implícitamente una realidad perfectamente constatable: en Euskadi no sólo se habla castellano y euskera, sino también gallego. Continuamente se nos habla del «porcentaje de gente bilingüe» y términos semejantes, dando por supuesto que el único bilingüismo posible es el castellano-euskera. Desde estas líneas quiero denunciar que limitar de esta forma la pluralidad lingüística del país es informar tendenciosamente: en este país parece que sólo hay vascos-españoles y vascos-vascos… ¿qué hay de los más de 60.000 gallegos y sus descendientes? Limitándonos exclusivamente al tema de la lengua, esta nada despreciable minoría (en zonas como el Gran Bilbao sólo los nacidos en Galicia representan cerca del 4%) habla en su práctica totalidad el gallego y sus descendientes al menos lo entienden (¿»bilingüismo pasivo» dicen?). Cuando oigo todos los días hablar gallego en las calles de mi anteiglesia me pregunto ¿por qué no aparece esta gente en las estadísticas del Eustat?
Es evidente que desde una óptica nacionalista (vasca o española) resulta muy incómoda esta realidad, incoherente con la dualidad de comunidades, idiomas, etc. a la que juegan.