(…) las nuevas formas con las que este capitalismo senil se reviste para poder caer, subrepticiamente, como un enjambre de langostas en la última frontera del beneficio.
La cita es de un artículo firmado por Paco Puche, Federico Aguilera Klink, Óscar Carpintero, José Manuel Naredo y Jorge Riechmann. Muchos y buenos autores pero ninguno se dio cuenta de lo ridículo que es calificar (al usar un adverbio en «-mente» y acto seguido un «como» se está comparando un modo, aunque no se hayan dado cuenta) un enjambre de langostas que cae sobre su comida como algo subrepticio. Según el diccionario de la RAE subrepticio es algo «que se hace o toma ocultamente y a escondidas». Creo que un plaga de langostas es bastante poco ocultable o escondible 😀
No obstante este gracioso despiste léxico, el artículo merece mucho la pena y os recomiendo su lectura: Multinacionales y movimientos sociales: resistir al “lobby oculto”