Para mi asombro, en una lista de correo en la que participo, alguien soltó la expresión «cae de cajón» (bueno, en realidad fue en gallego «cae de caixón») y no sólo los demás no le corrigieron sino que inmediatamente, y para mi espanto, la repitieron en un coro cacofónico, dándola por buena. Obviamente el ridículo engendro es una fusión del «cae de su peso» con «es de cajón». Menos mal que no dijeron «es de su peso» 😀
PS: Buscando por curiosidad lo frecuente que es esta expresión en un buscador de Internet me topo con la letra de un tal Melendi, de profesión cantante o algo parecido: «Pa’ mi es como un rompecabezas lo que pa ti cae de cajón». El sentido del ridículo de algunos sí que se les ha debido caer del cajón. O igual solo es que no han leído mucho y más bien su léxico se nutre de canciones tan buenas como esa.