Decia aquella regla de ortografía lo de «la hache de «echar», échala por la ventana» para no confundir, por ejemplo, estar deshecho con ser un desecho. No le vendría mal aprendérsela al corresponsal de TVE en Berlín, quien en su blog nos dice, hablando del multiculturalismo de los jugadores de la selección alemana de fútbol que:
la novia de Özil se había echo musulmana
Pues eso: La hache de «echar», échala por la ventana. Pero ¡deja la hache de hacer en su sitio!
Echar lo echa todo, hasta la hache.