Onte o líder do PP galego, Alberto Núñez Feixó (ou Feijóo como escribe el) rozou o récord absoluto de concentración de patadas ao galego no comezo dunha frase nun discurso diante de simpatizantes en Lalín, que puiden escoitar pola noite nas noticias da TVG: «Y ahora nos damos conta…»: Y no canto de e, ahora no canto de agora, e nos damos en troques de dámonos. Vamos, que se non fose porque na frase incluiu un conta, pensaría que estaba falando en castelán. Por certo, que conta tampouco o pronunciou cun O aberto, senón como se fose castelán, así que case lle podiamos apuntar outra patada máis, de tipo fonético. Todo un logro para unha persoa que vai de galeguista e que pretende liderar un país con idioma de seu.
Si él escribe su apellido materno como Feijóo lo lógico sería repetarlo. En caso contrario el apellido de Jaime Lissavetzky habría que escribirlo Lisavetsqui.
Eso de respetar los apellidos como si fuesen patrimonio personal de él, es algo que yo cada vez veo menos justificado. Si piensas que realmente un apellido es un patrimonio común de un pueblo o de un conjunto de familias, comprenderás que él no tiene derecho a fastidiarlo escribiéndolo de una manera indigna y/o incorrecta. Yo veo los apellido como patrimonio común de una cultura.
Precisamente el caso que comentas es justo al contrario: tiene justificación respetar la ortografía y pronunciación original porque así se escribe en la cultura de origen, y todo lo demás sería alterar parte del patrimonio de dicha cultura.
Entonces Andrew Warhola no tenía derecho a ser conocido como Andy Warhol, o habría que obligar al candidato presidencial chileno Sebastián Piñera Echenique a escribir su apellido materno como Etxenike.
O no me he explicado o no me has entendido. Ellos que se llamen como quieran, pero yo tengo el derecho a escribir el nombre respetando el origen. Si ellos quieren insultar de esa manera a sus antepasados, que lo hagan. Pero yo, sobre todo, si es mi cultura, tengo todo el derecho a usar, en la lengua escrita y hablada, el nombre original no desvirtuado ni mutado en un engendro.
Es decir, que si algún día Sebastián Piñera hace noticia en este blog, veremos su segundo apellido escrito Etxenike. Curioso.
¿Piñera? ¿No sería Piñeira? ;-D
Creo que son 4 patadas, e non 3, xa que en galego o correcto é dicir «dámonos DE conta» ou «decatámonos».
Isto supera calquera récord de patadas!
Arrecristobendito! 😀 Moi bo, Xabre! E grazas pola lección de galego.
Pero tranquilos, rapaces! Un pouco de confianza no líder da oposición galega! El é quen de superarse a si mesmo e conseguir 5 ou 6 patadas con 4 palabras.
[continuará no seguinte Telexornal…]
Pero ¿¡que digo eu líder da oposición!? Pero se é o mesmísimo super-axente secreto 009!!!! X-D Non vistes os carteis pre-electorais que comezaron poñer polas rúas?
Siempre he abogado por el «decatámonos», que no sólo es más bonito, además es más elegante.
Hola,
Suelo seguir este blog y lo tengo entre mis favoritos, así que antes de nada enhorabuena por él a su autor.
Dejando las formalidades a un lado, la verdad es que lamento que mi primer comentario aquí sea para criticar, pero lo cierto es que no puedo estar más en desacuerdo con la postura del autor con respecto a los «derechos» sobre los apellidos, que me parece tremendamente reaccionaria. En primer lugar, los antepasados del señor Feixó/Feijóo probablemente no se sentirán insultados porque los difuntos tienen la sana costumbre de tomarse las cosas con tranquilidad. Es más, incluso es posible que los primeros Feixó no siquiera escribiesen su apellido dadas las altas tasas de analfabetismo hasta tiempos relativamente recientes, así que este debate quizá les resulte un tanto ajeno. Además, no termino de entender de dónde emana esa autoridad de mis antepasados sobre mí (¿será de la voluntad divina?). Hasta donde yo sé los únicos antepasados míos que han tenido autoridad sonre mi persona han sido mis padres hasta que alcancé la mayoría de edad, así que me sorprende que incluso los ancestros ya desaparecidos vayan a venir ahora a decirme cómo debo escribir o vivir. Es curioso también la manera en que la voluntad de los antepasados suele coincidir con la de los jerifaltes del lugar y el momento.
Por otro lado tenemos la espinosa cuestión de los derechos de propiedad de una cultura sobre la identidad de una persona. La verdad es que a mi parecer lo que aquí se plantea raya más lo teológico que lo lnormativo. La ventaja de invocar a la cultura, al pueblo, a la nación o a la tradición es que ésta no suele pronunciarse para desmentirnos o secundarnos, así que en su nombre podemos decir lo que nos venga en gana. El problema que veo yo a todo esto es que la sensación que me da es que la cultura y con ella la lengua pertenece a las personas y no las personas a la cultura, que toma dimensión colectiva a partir de la intersubjetividad. Lo bueno de esto es que nos permite entretenernos con debates sobre los límites de tal o cual cultura, sus características, sus orígenes e incluso sobre el concpeto mismo de cultura. Lo malo de esto es que a veces algunos deciden que ellos tienen la respuesta y empiezan a organizar la vida de los demás en virtud de ésta, pero supongo que no es necesario que entremos en detalles de esta parte tan triste de la Historia. En esta misma línea, las culturas tienen el enojoso hábito de cambiar con el paso del tiempo, curiosamente igual que las lenguas y la ortografía. Fijese que incluso hubo un tiempo en el que ni siquera se usaban apellidos, y esa era la costumbre y la tradición ¿no estaremos insultando a nuestros antepasados con nuestra aberrante manía por usar apellidos en vez de algo más tradcional como «Manuelito, hijo de Paquito»? . En lo que respecta a la ortografía (que además no es más que un intento de aproximación gráfica a una fonética mucho másr rica y compleja), como el autor del blog sabrá mejor que yo, tenemos además otro pequeño problema, y es que hasta la aparición de las academias durante la Ilustración no era extraño que ésta dependiese del criterio del escribiente de turno, de hecho aún con las normalizaciones académicas, los medios de comunicación de masas y la educación universal el «problema» sigue persistiendo en muchos casos. Siguiendo el argumento de nuestro anfitrión, me pregunto qué deberiámos hacer con los Vázquez/Vásquez/Vazques que pululan por el mundo, o con los Cortés/Cortez, los Suárez/Soares, los López/Lopes, los Aguirre/Agirre o los Sampayo/Sampaio etc…
Para finalizar con este rollo que les estoy endosando un ejemplo que no he tenido que buscar muy lejos como apoyo gráfico de que lo que sostengo:
«Eso de respetar las sexualidad como si fuese patrimonio personal de él, es algo que yo cada vez veo menos justificado. Si piensas que realmente las costumbres sexuales son un patrimonio común de un pueblo o de un conjunto de familias, comprenderás que él no tiene derecho a fastidiarlo fornicando de una manera indigna y/o incorrecta. Yo veo las costumbres sexuales como patrimonio común de una cultura.» (pueden cambiar aquí las prácticas sexuales o los apellidos por lo que quieran, desde los órganos genitales hasta los usos culinarios pasando por la jerarquía feudal, el resultado es similar)
PD: Quiero dejar claro que con mi largo comentario no pretendo acusar al dueño de este blog ni de ser un reaccionario ni de nada similar y mucho menos ofenderle. Simplemente es su opinión en este asunto y sólo en este asunto la que me parece reaccionaria. Si he dedicado tantas líneas al asunto es precisamente porque me parece que tiene más enundia que una mera diferencia de pareceres sobre la grafía de un apellido.
Un saludo
Gracias, Miguel. Esperamos leerte más a menudo por aquí. 🙂
Si por «reaccionario» entiendes que propendo a restablecer lo abolido, en lo que respecte a la abolición de la lengua y la cultura gallega para sustituirla por engendros españolizantes colonialistas que no tienen otro objeto que anular la existencia diferenciada de dichas lengua y cultura, entonces soy reaccionario.
Si por «reaccionario» entiendes que me opongo a las innovaciones, en lo que respecte a innovar sobre la antroponimia gallega para sustituirla por engendros españolizantes colonialistas, entonces soy reaccionario.
Por cierto, los antepasados de Feixó no sabrían escribir su apellido pero si les hablasen de un tal Feijóo, con J castellana, seguramente pensarían que no era nadie de su familia y ni siquiera de por cerca de su aldea.
Penso que non contas con razón neste post e non o digo por defender a Feijoo (que non Feixó).
A forma de falar o galego como ben saberás, difire moito duns sitios a outros, incluso hai notables diferencias dentro de concellos limítrofes.
Nalgúns dises concellos hai máis ou menos frecuencia de castelanismos, por exemplo de onde eu veño. E é así como se fala. O caso de Feijoo non o coñezo máis podo dicirche que en moitos sitios dise por exemplo «tu» en vez de «ti».
Síntoo pero non creo q teñas razón.