Mikel Aiestarán, el intrépido reportero de ETB, enviado de nuevo al Líbano, esta vez para cubrir el conflicto interno entre el ejército y los guerrilleros palestinos, dio hace un par de días una crónica en el Teleberri donde indicó que tenía el campo de refugiados (foco de los combates) «en nuestras espaldas». Lógicamente quería decir que lo tenían a sus espaldas, como se podía ver en las imágenes. Pero lo de tenerlo en la espalda me hizo pensar en la carga que debía suponer para el arriesgado periodista vasco.