Hoy por la mañana le he pillado a César Merino, sustituto de Pilar Arzak al frente de Peligrosamente juntas de Radio 3, en una patada traductiva ya clásica: según él I wanna be evil quiere decir quiero ser un diablo. Más allá del parecido entre evil y devil (que se limita a la grafía ya que se pronuncian bastante diferente) así como la proximidad semántica (el diablo se supone que es maligno), no me explico cómo tanta gente puede caer en este error, sobre todo en el mundo radiofónico.
Todo un clásico: evil = ¡el Diablo!
Archivado bajo Traduttore traditore