La absurda artificialidad de ese engendro que llaman el lenguaje no sexista no podía evolucionar de otra forma más que hacia su autodestrucción por antinatural y contrario a la evolución natural del lenguaje y a nuestros esquemas neurológicos relacionados con el lenguaje. Una prueba la tuve ayer oyendo en el Teleberri de ETB a José Elorrieta, del sindicato ELA-STV, que durante un discurso dijo ni más ni menos: «los y trabajadoras». La elipsis y el colapso como respuesta espontánea al absurdo del «los trabajadores y las trabajadoras»… De ahí evolucionan a «los y las trabajadoras» y al final quedan delirantes engendros amputado-elípticos como «los y trabajadoras». 😀
Más delirios en la sección de Violencia de género en este mismo blog.