En un volumen publicado hace algunos meses por Planeta-DeAgostini del tebeo Fábulas leí una traducción a mi entender traidora: storybook love fue traducido como una historia de amor. En primer lugar la traducción inversa no funciona: sería love story. Opino que la traducción más correcta hubiese sido un amor de cuento o incluso un amor de cuento de hadas (habría estado muy a tono con la serie). De hecho los storybooks son los típicos libros que traen colecciones de cuentos y que los padres o los abuelos leen a los niños antes de dormir.
El responsable de la traducción era Raúl Sastre y la patada no era baladí pues la teníamos incluso como título del tomo.
Fuera de tema: Fríker Jiménez ha dicho hace un rato en su programa que no-sé-quien «PRECOGNIZÓ» no-sé-qué-leches. Parece un hijo bastardo del verbo preconizar y la raíz de conocer, cognitivo etc.
Es una patada muy buena, CSanchis. ¡Menudo híbrido criptozoológico! ¡Gracias! 😀
Tienes razón en que la traducción del título no es muy buena y, sin duda, las que tú propones son más acertadas. ¿Pero se te ha ocurrido que «Un amor de cuento de hadas» no cabría bajo «Fábulas»?
¿Y desde cuándo la traducción inversa sirve como prueba para saber si algo está bien traducido o no? Si te aplicaras esa misma regla, tu título traducido al inglés sería «A fairy tale love».
Eso de que no cabe… hombreeee… en esos casos los maquetadores siempre encuentran formas. No me parece excusa.
Y lo de la traducción inversa no es una regla perfecta, por supuesto. Pero da pistas y puede ser una forma como otra cualquiera de detectar errores de traducción. No pretendía convertirla en «el juicio de Dios» ;-D