Ya hacía tiempo que quería comentar este dichoso término, que de la mano de la popularización de los webs se ha pervertido con respecto a su significado auténtico. A algún ocurrente le dio por pensar que los llamados en inglés weblogs o blogs (de biographical log, registro biográfico) eran con los cuadernos de bitácora (digo yo, ¿por qué simplemente como los diarios personales?) y de ahí a llamarlos bitácoras algún desalmado se atrevió a cruzar la línea roja. Me imagino que en su ignorancia desconocía que una bitácora es una especie de armario o escritorio donde el capitán de un barco guarda sus cuadernos y otros objetos.
Según el DRAE:
Especie de armario, fijo a la cubierta e inmediato al timón, en que se pone la aguja de marear.
Así que ya me diréis a qué coño viene llamarle armarios a los blogs. Así pues yo me niego a llamarles bitácoras, me parece una solemne metedura de pata. Una cosa es tratar de evitar los anglicismos innecesarios y otro pervertir el significado de una palabra del castellano.
Ah, y por supuesto nuestros queridísimos medios de contaminación de masas (sí, los mismos que popularizaron página web para llamar erróneamente a lo que los especialistas siempre habíamos llamado webs o sitios web) ya se han encargado de extenderlo a fondo entre la población.
Malaprensa, me trajo hasta aquí, pero advierto que me voy a quedar, espero visitarte asiduamente.
Enhorabuena por este magnifico sitio web, me encanta.
En realidad, EMHO, creo que nos referimos con esta bonita palabra a «cuaderno de bitácora»:
Lo que es bastante aproximado y descriptivo, y desde luego mucho mejor y más bonito que utilizar el barbarismo «blog» o «weblog».
Llamar bitácoras como abreviatura de «cuadernos de bitácoras» a las bitácoras (yo ya llevo tiempo usándolo) me parece una solución, otra vez en mi humilde opinión, afortunada, correcta y respetuosa con nuestro lenguaje.
Saludos.
Habría que buscar una palabra en español. «Diario personal» sería lo suyo (simplificando al final en «diario»), pero se impuso lo de «cuaderno de bitácora».
Teniendo en cuenta que se aplica mucho la metáfora marinera en Internet y nos pasamos el tiempo «navegando» me parece que:
«1. m. Mar. Libro en que se apunta el rumbo, velocidad, maniobras y demás accidentes de la navegación.»
No es descabellado ¿no?. Obviamente, por simplificación, que no por perversión, termina llamándose «bitácora» (sin el cuaderno) igual que el correo electrónico está pasando a ser correo a secas.
Pero vamos, si prefieres we keep speaking english…
Tú hace tiempo que querías comentar este tema y yo hace tiempo que lo hice 😉 (hace un añito ya, en un [url=http://www.noveno-arte.com/weblog/?p=305&c=1#comments]comentario en otro blog[/url]). Si te da por leerlo, verás que estoy de acuerdo contigo. Gracias por este blog, me gustan tanto su temática como su diseño.
Gracias a todos por vuestros comentarios. A los que pensáis que bitácora como abreviatura (???) de cuardeno de bitácora puede ser una solución adecuada, os pediría ejemplos de otras modificaciones semánticas que en castellano sigan ese patrón. Ya sabéis, en el idioma, como en la jurisprudencia es importante basarse en precedentes para defender la legalidad de algo.
Y no se trata de que we keep speaking English como decía Juan Carlos en su comentario, sino de que:
a) o adaptamos el neologismo inglés al no hallar equivalente adecuado en nuestra lengua; o bien
b) buscamos uno adecuado.
Pero no por usar un término en castellano, este va a ser correcto automáticamente. Yo en ese caso optaría por diarios online, o ya puestos, simplemente diarios o cuadernos.
Creo recordar que no hace mucho descubrí en la enciclopedia una palabra que en castellano describía un cuaderno donde se iban apuntando pensamientos o pequeñas notas… pero ahora mismo no recuerdo qué palabra era. Sé que me sorprendió porque era una palabra que se usaba bastante pero no exactamente con ese sentido original. Si la recuerdo ya la copio aquí como alternativa a blog.
abreviatura.
(Del lat. abbreviatūra).
4. f. Compendio o resumen.
No seas tan rígido hombre. Ser un poco creativo con el lenguaje no es malo. En estos tiempos que corren yo también estoy del lado de los sitiados por los críos (y no tan críos) analfaburros e irrespetuosos, pero utilizar la palabra bitácora para referirse a los cuadernos de bitácora o diarios personales del capitán del sitio web :-), es cuando menos estéticamente correcto para mí.
Me conformo, compadre. Así están las cosas.
Me asombra esta entrada.
En qué sentido es mejor importar un anglicismo con una fonética alienígena que dar un nuevo significado a una palabra española. Sobre todo cuando existe la proximidad de la expresión «cuaderno de bitácora».
Tengamos en cuenta que los weblogs son un concepto nuevo, y ni por asomo va a salir en el DRAE. Asumámoslo, la RAE lleva décadas obsoleta, alejada por completo del idioma real y las necesidades de la gente real y se dedican a inventar sus «millardos» para justificar su sueldo.
Un saludo.
¿Por qué no bitácora?
Creo que es luchar contra molinos…
Cuando algo no se quiere aceptar, se encuentra mil y una razones para desmontar la paraeta, aunque éstas se sustenten en férreos y anquilosados preceptos semánticos.
Bitácora tiene su razón de ser -no hace falta que lo explique yo; lo han hecho perfectamente en comentarios anteriores- y ante el palabro «blog» -ajeno por completo a nuestro idioma-, es mucho más apropiado: no todo el mundo sabe inglés pero estoy convencido de que mucha gente sí que sabe que una bitácora era y es un diario que se escribe para reflejar todas las circunstancias que han ocurrido en un día de navegación. La deducción, por tanto, es bastante rápida.
Darle significados nuevos a las palabras -e insisto, no es el caso- no es algo negativo: mucho pero fue lo de «enervar» y ahí está, en el DRAE, recogido justo con el significado contrario del real…
Saludos
Jordi, si me permites parafrasearte, cuando uno quiere inventarse un significado se encuentran mil y una razones.
¿De dónde sacas tú esto? Una bitácora no es lo mismo que un cuaderno de bitácora. ¿No has leído mi texto? ¿No te crees que una bitácora es un armario? Pues moléstate en mirar el diccionario si no me crees. Aquí a mi modesto entender la cuestión se reduce a si modificar el significado de una palabra preexistente en nuestro idioma es preferible a adaptar un anglicismo.
Por cierto, ¿qué quieres decir con férreos y anquilosados preceptos semánticos????
Miguel Ángel, ¿dónde le ves la fonética alienígena a blog? ¿Tal vez en la -g final, que no es común en castellano? Si sigues ese criterio… ¿qué piensas de la fonética de la palabra web? ¿También te parece alienígena? Y que yo sepa la fonética de un extranjerismo nunca ha sido problema para adaptarlo en nuestro idioma: si resulta especialmente extraña ya nos encargamos siempre de adaptarla a lo más parecido en el idioma: sino compara con football, leader, water, meeting, carnet, etc. etc.
Coño! Esa era la palabra a la que me refería antes:
Según mi Espasa carné significa además de lo que todos pensamos, librito de apuntes. 😀
Ya lo he dicho al comienzo de mi intervención: cuando algo no se quiere aceptar, aunque las razones que te estén dando sean bastante consecuentes, poco más hay que decir.
La bitácora era y es un armario. Bien. Pero el cuaderno de bitácora se solía guardar en este lugar. ¿Ha oido usted hablar alguna vez de la elipsis? Me da la sensación de que no. ¿Acaso cuando se dice «Vi el Velázquez y me emocioné» el hablante está cometiendo un despropósito lingüístico? No. En este caso, se suprime el término «cuaderno» por economía lingüística, y se usa «bitácora», para identificar el todo: el hablante se deshace -o el internauta- del vocablo más común y deja, para que lo que va a comunicar sea de más fácil reconocimiento, el término más específico.
En cuanto a los férreos y anquilosados preceptos semánticos me refiero -y no se asuste usted tanto, por Dios, que le va a subir la tensión- a los de sujetarse, como única posibilidad válida, a los que dice el DRAE. ¿Qué razón de ser tendía entonces el María Moliner?
Por cierto, y aunque sea salirse del debate, una duda que me ha surgido al leerle: no tengo demasiado claro cómo se come -si con cuchillo o con tenedor- que un articulista como usted esté dejando constancia del mal uso que los medios informativos hacen del idioma castellano -o español, como más le plazca- y en sus exposiciones se permita el lujo de no abrir interrogaciones cuando sí que las cierra y además lo hace por triplicado. ¿Lenguaje coloquial, tal vez? 😀
_______________
Iba a finalizar mi intervención, pero acabo de localizar un texto de Silvio Rodríguez, escrito en 1994 -fecha que, siendo actual, no coincide por cercanía con la explosión del fenómeno de las bitácoras en internet-, en el que él mismo emplea el término «bitácora» como sinónimo de diario:
«Tres semanas antes de aquella entrada tan poco triunfal por la boca del Morro, los Reyes Magos, con dos días de retardo, me habían hecho quizás el mejor regalo de nuestra difícil relación. Yo había bajado sin pasaporte al puerto de Las Palmas de Gran Canaria con el viejo Goyo, contramaestre del «Océano Pacífico», quien había asumido la responsabilidad por mi persona ante el mando del barco que me llevaba de regreso a Cuba. Transcribo de mi bitácora personal:
8 de enero de 1970 (jueves)
Entramos [a puerto] después de almuerzo.
Fue bueno, pero no tanto como ver la isla de lejos.
Hubo el dimequetediré sobre si yo bajaba o no.
A las seis de la tarde bajamos Gregorio y yo nos fuimos a la ciudad.
Lo que me imaginé. Colores, vitrinas, turistas, etc. […]
Seguí pensando en Cuba. Ahora bsecivamente [sic].
Estuvimos en la oficina de Cuba aquí, hablamos con algunos cubanos en la calle, caminamos como camellos.
[…]
Llegamos al barco a las 10 y media. Tengo los pies ampollados de tanto andar.»
El enlace de donde está extraído.
Sirva el ejemplo como mera referencia. Por descontado, una sola muestra no sirve para darle validez a la discusión, pero creo que sí que evidencia que el uso de «bitácora» como sinónimo de diario personal viene ya de lejos.
Saludos
Rectifico: las abre -las interrogaciones- pero las cierra por triplicado, 😀
Lo que no abre son las exclamaciones -mil perdones… uno, que es un viejo cascarrabias-.
Otro ejemplo -actual- de cómo los propios marinos reducen la expresión «cuaderno de bitácora» a «bitácora»:
« las 07.05 hora bitácora del 17 de julio, el helicóptero informó la posición del Magdalena Oldendorff sobre los 69° 56′ de Latitud (S) y 001° 23′ de Longitud (W). Sólo 20 millas náuticas (aproximadamente 37 Km) se registraron entre ambos buques a las 10.00 hs. de ese día.»
Extraído de aquí.
Saludos
Respondo por partes a las interesantes intervenciones de Jordi:
Si que é oído hablar de las elipsis, pero en este caso más que de eso, pienso que se trata de un contagio semántico, fenómeno que se da con frecuencia en todos los idiomas, por el cual una palabra adopta el significado de otra con la que se asocia frecuentemente. (Que me perdonen los lingüistas, creo que tiene otro nombre más preciso que contagio semántico, si alguien lo sabe que por favor lo comente.)
¡Dios me libre de limitarme al DRAE! Si copiases alguna definición de bitácora de algún otro diccionario o enciclopedia castellana que apoyase ese significado estaría bien, ¿no crees? 😉
Bueeeeno, y luego me llaman quisquilloso a mí. 😀
En realidad supongo que se me está pegando después de la última reforma ortográfica del gallego, lengua en la que escribo con tanta o más frecuencia que en castellano. ¡Vd. disculpe mi craso error!
Parece que según su opinión hay que ser perfecto para tener derecho a criticar.
Ya abriré otras y no las cerraré para que te cuadren las cuentas, hombre. ;-P
Bueno, hombre, ¡al fin un argumento positivo! Efectivamente el uso por autores de prestigio en una lengua ya es algo por donde me puedes ir convenciendo…
Nah, ese ejemplo no me vale: como el reloj también se guarda en la bitácora -vamos, eso creo- no tiene nada que ver con los cuadernos de marras que estamos comentando.
Comienzo por el final: si el reloj se guarda en la bitácora -que así parece ser- estaríamos en las mismas… ¿acaso no sería más correcto decir «según el reloj de la bitácora»?
Sigo: desde donde escribo no puedo consultar el María Moliner ni tampoco el nuevo diccionario Panhispánico de dudas, con lo que desconozco si existe en él una entrada al respecto. De todas formas, su uso es relativamente frecuente -para designar los diarios personales en la Red- y no me extrañaría nada que no estuviera contemplado en manual alguno. Pero eso no le quita validez -a mi entender, claro-. Si quiere más ejemplos, le facilito dos: uno, en el que un artista, Ricardo Jiménez, en 1999 -¿estamos de acuerdo en que el boom de los «weblogs» comenzó ya iniciado el siglo XXI?- titula a la colección fotográfica realizada durante un viaje «Bitácora» y otro, en el que un filólogo español, José María Romera que publica asiduamente en los diarios del grupo Vocento sobre cuestiones relativas a dudas, curiosidades y usos incorrectos del idioma castellano, llama a su «blog» bitácora.
Puede que lo que yo pueda decir no vaya a ningún sitio, pero me da la impresión de que este señor sí que sabe de lo que está hablando -y si acaso no lo sabe, conocimientos reconocidos sí que parece tener-.
La perfección es aburrida, pero para criticar ciertas cosas, al menos hay que intentar no caer en otras similares, 😀
Saludos
Y donde dije digo, digo Diego:
En realidad, «su uso es relativamente frecuente» no es correcto. Es «su uso es relativamente reciente».
Tres ejemplos más de cómo, en el mundo naval, sí que emplean el término «bitácora» para sustituir a la expresión «cuaderno de bitácora»:
«A las 2 pm. nos hicimos a la mar llevando a bordo 94 personas”, anotó Cook en su bitácora. El joven naturalista del barco, Joseph Banks era más romántico: “Hemos salido de Europa y solo el cielo sabe por cuanto tiempo, quizá para siempre”, escribió». (enlace de referencia)
«Entre los colectivos de información que soportan nuestra historia naval, destacamos:
1. Bitácoras, documentos originales que dan cuenta de millas navegadas por buques de nuestra Armada.» (enlace de referencia)
«Alvarez, Luis: Bitácora del vigésimo octavo viaje de instrucción de la Corbeta «General Baquedano». Instituto Hidrográfico de la Armada, Vol. 8. Valparaíso, Archivo i. E.l.P.1931″ (enlace de referencia)
No es algo nuevo, como podrá comprobar. Otro asunto bien distinto es que guste o no guste. A mí, en particular, no me parece una patada al diccionario, y sí que veo razones de bastante peso para fomentar su uso cuando se quiere designar o hablar de un diario personal en internet.
Hola, he llegado desde Error500 🙂
Bien, las palabras las define el uso. En ese sentido la Bitácora tiene un significado entre los marineros en la antigüedad, y aun hoy. No solo se refieren a la Bitácora como abreviación de «Cuaderno de Bitácora” como pareces intuir, si no que, por ejemplo, también se referían como «Bitácora» a la Brújula ¿vaya sorpresa, eh?.
¿Y por qué sucedía(y sucede)esto? por qué la Bitácora se convertía en un elemento con un uso muy determinado, que era albergar todos los instrumentos de navegación y los registros de estos.
Así pasamos de un mueble, un armario, que también puede servir para guardar calcetines y rebecas, a un objeto con un uso especifico y una funcionalidad determinada. Y por analogía común, que no elipsis, cualquier objeto que tenga la misma funcionalidad puede recibir la misma denominación.
En este caso, albergar «registros» de un periplo que puede ser geográfico, vital, o de cualquier tipo, y los instrumentos que permiten tales registros.
¿Te lo he dejado ya claro? ¿O quieres que te de una vuelta, de las mías, en barco? :))
Otro día te explico la traducción de Weblog :).
En el diccionario panhispánico de dudas sí que aparece recogido el uso de bitácora para designar lo que todos conocemos como weblog.
Lo copio:
«bitácora. ‘Armario, junto al timón, donde está la brújula’. Se emplea a menudo en la locución cuaderno de bitácora, ‘libro en que se apunta el rumbo, la velocidad, las maniobras y demás accidentes de la navegación’. A partir de esta expresión, se ha tomado la voz bitácora para traducir el término inglés weblog (de web+log(book); abreviado, blog), que significa ‘sitio electrónico personal, actualizado con mucha frecuencia, donde alguien escribe a modo de diario o sobre temas que despierten su interés, y donde quedan recopilados asimismo los comentarios que esos textos suscitan en sus lectores’. La equivalencia (cuaderno de) bitácora se halla bastante difundida en español y traduce con precisión el término inglés log(book): «Los corresponsales de guerra italianos ofrecen nuevas perspetivas del conflicto iraquí a través de sus cuadernos de bitácora en Internet» (País [Esp.]2.9.04) (…) Para hacer más explícita su vinculación con Internet (como hace el inglés weblog), podría usarse el término ciberbitácora o, como ya hacen algunos, ciberdiario: «Como en otras ocasiones, no le quedó otra opción que publicar el hallazgo en su ciberdiario» (Mundo [Esp.] 25.4-02); no obstante, este último término tiene el inconveniente de qeu tamibén se emplea como equivalente de periódico digital.»
No es, por tanto, ninguna patada al diccionario, como apunta Jordi Anfruns. A no ser que consideremos que los miembros de las veintidós academias responsables de este diccionario han sido unos memos que se han atrevido a cruzar la delgada línea roja de la que hablas.
Hasta más leer.
Hace tiempo no comento nada en un blog pero este post me parece necesario. El uso de anglicismos no es malo. De verdad que no lo es. Todo ese asunto me parece un apartheid léxico, un racismo fonético, una ley anti-inmigración que ni un partido de ultraderecha famoso. Es terrible, simplemente. Los idiomas deben abrirse -porque es inevitable ademas, a pesar de la DRAE y de los policías de las palabras-. Cuando usamos una palabra porque su origen o concepto empieza en un idioma no sólo traemos una montón de evocaciones hermosas -como su *significado*, su sonido, su dinámica exótica- si no que además aumentamos las posibilidades y los sonidos de nuestra propia lengua. Por que respetamos tanto las otras que apreciamos la evidencia de su saber y de sus producciones culturales -y el lenguaje es el motor original de las ideas, de la generación de nuevos conocimientos: la ciencia del hombre blanco europeo responde a su lengua, la música y cadencia africanas, también.. la poesía japonesa y china, también. Porque sirven para todo pero tienen personalidad y naturaleza-. Por eso se dice Zeitgeist, déjà vu, por eso se dice weblog.
Sólo una opinión.
Hace un rato he visto, desde otro ordenador distinto a éste que empleo ahora, que alguien -no recuerdo el nombre- había copiado lo que dice el diccionario panhispánico de dudas sobre «bitácora». Acabo de entrar ahora y, al menos yo, no veo esa aportación por ningún lado. He pensado que quizás tuviese que ver con el navegador que uso y me he ido a IE y entonces ya no es que no vea ese comentario, es que no veo el último que hice ayer. He borrado la caché y ni con esas.
No sé si le pasa a más gente, :-/
¿Alguna solución?
Gracias
Jordi, primeramente explicarte que no veías tus comentarios porque en este blog (si me permites el anglicismo) ;-D son moderados y hasta que yo no recibo el aviso y lo apruebo, no sale. Lo siento por la falta de inmediatez pero los mensajitos basura me tienen harto.
Por lo demás tan sólo comentaré lo siguiente:
En cuanto a lo de que está muy extendido… como lo aceptemos como argumento, estamos jodidos: ya me veo aceptando vinistes, nominastes y si yo le vería a ella le diría cuatro cosas… :-O
Lo de traducir con precisión me da la risa, pero bueno… Y al poner el paréntesis ahí, cosa gratuita del autor lo cambia todo. Yo diría que la traducción sería «cuaderno (de bitácora)», lo cual sí que sería preciso.
ciberbitácora, ciberdiario… Vamos, ahí ya es que me parto… Me parece una tremenda horterada lo del prefijo ciber aplicado a cualquier cosa que tenga que ver con Internet, que me pregunto yo si alguno de los que lo usa alguna vez ha buscado lo que significa, de dónde viene, sus usos originales, etc. Como lo de virtual…
Pero en fin, quiero ir cerrando ya este enriquecedor debate. Me han convencido sobre todo los usos marineros que habéis aportado algunos de que bitácora no es una traducción tan mala de blog (o weblog)… De todos modos yo me seguiré quedando con blog, porque para mí una bitácora es un armario que hay en los barcos y prefiero no sustituir singificados, porque entonces la lengua pierde en lugar de ganar. Otro día podemos hablar del término teléfono móvil…
Gracias a todos por el esfuerzo de aportar argumentos, así da gusto debatir y aprender. Nos leemos en este u otro blog/weblog/cuaderno-de-bitácora… 🙂
Permitidme una (última) vuelta más de tuerca: si le llamamos bitácora a los blogs, ¿cómo deberemos llamar a los bloggers? ¿bitacoreros, bitacoristas, bitacorianos… capitanes de barco? Perdonad la retranca, pero -en serio- me parece un punto más a favor de blog, que daría un sencillo bloguero/a.
Quizá en lugar de elipsis sea una sinécdoque (el todo por la parte, en este caso, la bitácora por el cuaderno de bitácora).
Economía de lenguaje en todo caso.
Además, «blog» es condenadamente impronunciable (pese a ser un económico monosílabo) y sin el más mínimo aroma semántico en español (o «las cerezas» que dice A. Grijelmo en «La seducción de las palabras»).
Si le digo a mi madre que tengo un blog me mirará raro, pero si le digo que tengo una bitácora (de Internet) quizá pueda entenderlo más fácilmente.
Saludos a todos los que han intervenido en este cometario. Es un auténtico placer asistir a una discusión sobre la corrección de un término, y que además los comentarios se produzcan en un impecable castellano (admiraciones aparte). Me ha encantado este cuaderno de bitácora (o, blog, o weblog, o bitácora, ¿por qué encorsetarnos tanto? Quizá la clave esté en conocer el porqué de cada término y utilizarlos como sinónimos, sabiendo de dónde vienen, y sin pretensiones).
Dicho esto, me gustaría añadir un poco de leña al fuego, aun saliendo del tema. Me saca de mis casillas ver en el programa de unas jornadas escrito (casi) en castellano, repentinamente,un epígrafe que dice algo así como: 11.00 coffee break. Con pretensiones. ¿Qué pasa, que la pausa para el café tiene una duración distinta escrita en inglés? Esta mañana me he pasado un buen rato tratando de coocer el significado, con sus connotaciones, de know-how. Con pretensiones. Las páginas web tienen front-end y back-end. Con pretensiones.
Lo verdaderamente peligroso no es utilizar bitácora por cuaderno de bitácora, o blog, o weblog. Lo peligroso es hacerlo sin conocimiento de causa y con pretensiones que vayan más allá de tratar de nombrar con exactitud aquello de lo que se habla.
Siento haber entrado tarde en esta bitácora 🙂 y en este comentario. No aporto nada nuevo, pero dejo por si acaso un enlace que puede servir de algo:
http://romera.blogalia.com/historias/18517
Ah, el paso de «cuaderno de bitácora» a «bitácora» responde a un fenómeno denominado metonimia.
Un placer. Saludos, JMR
Nunca es tarde si se viene con información interesante como la tuya, José María. Ah, y gracias por refrescar mi memoria: efectivamente la metonimia es la figura que yo no recordaba al principio de este debate, y que aunque se suele aplicar a llamar al todo por el nombre de la parte o viceversa (hablo de memoria) también parece incluir casos como este en los que designa a una cosa con el nombre de otra en virtud de una relación real entre ambas.
De todos modos, volviendo al término en inglés, leo en el artículo que nos enlazas, que blog es algún tipo de abreviatura de weblog. Aunque no es la primera vez que oigo algo así, yo creo que son dos palabras con etimologías diferentes, pues aunque weblog es una clara yuxtaposición de web y log, blog tengo entendido que procede de biographical log. Voy a tratar de buscar alguna referencia sobre esta etimología.
Parece ser que hay dos personas que se atribuyen el haber inventado el término weblog, y que darían pie a dos etimologías diferentes (we blog, según Peter Merholz; web log, según Jorn Barger).
Bien, parece que mi apreciado Jargon File apoya la tesis de que blog es un apócope de weblog (¡qué raros son estos anglosparlantes..! es la única palabra que conozco que comienza por web- y que se acorta quitando we-).
Valiosos datos. Me vienen bien. Gracias y adelante con tu loquesea (bitácora, cuaderno, webolog, blog, log).
Un saludo
A toro pasado y si se me permite la crítica:
Los comentarios se publican cuando tú les has dado el visto bueno… Es tu decisión y como tal, el que aquí entre y participe, la ha de aceptar. Pero no estaría de más que explicases esa circunstancia en alguna parte visible de la bitácora para que tus lectores decidiesen si escriben o no en ella aportando sus opiniones. Primero, porque al no publicarse automáticamente lo remtido, los comentarios no guardan una relación continuada y eso, guste o no, le resta espontaneidad y fluidez al debate; y segundo, porque el no ver algunas respuestas, cuando se tiene la certeza de que sí que se han hecho, puede llevar a que su autor piense que ha habido algún error en la publicación o lo que es peor, que sus palabras han sido eliminadas. Digo esto último porque fue lo que me pasó a mí: tuve que recurrir a una impresión de pantalla para remitírsela por correo a Jordi porque él me dijo que no veía lo que yo había copiado del Diccionario Panhispánico de dudas.
Gracias y un saludo
Ante todo, mis felicitaciones por tu sitio. Soy corrector editorial e «internauta» viejo, por lo que comento desde esa condición. Allá por el ’94 ya leí en alguna página el término bitácora, y me pareció bastante propio (aceptando la elisión de «cuaderno de») pues seguía la metáfora de la «navegación» por Internet, en cuanto se trataba de sitios que consignaban la experiencia del explorador en su búsqueda de datos, mediante el listado de hipervínculos a sus hallazgos. Lo que hoy entendemos por blog ha excedido esa función. El término blog es un neologismo con una concentración semántica propia que, creo yo, le exime de barbarismo aunque provenga de un apócope inglés, y es hermosamente breve. Hace ya muchos años se consagró smog y no prosperaron los intentos de adaptación, como el horrible «huminiebla».
Bambo, no cambiarás nunca, 😀
Como no podía ser de otra forma, y asumiendo que se me ha visto el plumero (por lo que puse de «no recuerdo el nombre», es evidente que sí que sabía de quién se trataba), estoy de acuerdo con Bambo: un mensaje, por ejemplo, en la zona dedicada a los comentarios, advirtiendo de su no publicación inmediata sería de agradecer.
Me gustaría copiar una nueva propuesta que acabo de descubrir en http://calidonia.blogspot.com/2006/04/crnica-do-enblogs06-e-outras-cousias.html
No me convence, pero bueno, ahí queda.
Hola, vengo redireccionado desde malaciencia y aunque llgo tarde a esta interesante discusión, me gustaria apuntar una sugerencia que creo haber visto en otra parte: Y si usaramos bloc en lugar de blog? Desconozco su origen, pero desde luego esta palabra ya lleva tiempo en nuestro vocabulario. 😀
Perdón por no poner suficientes interrogantes y acentos, pero este teclado no tiene. 😉
Yo me apunto a «bloc» (1. m. Conjunto de hojas de papel superpuestas y con frecuencia sujetas convenientemente de modo que no se puedan desprender con facilidad.) en el sentido de agrupación de artículos, «ciberbloc» (siguiendo las recomendaciones del citado Diccionario Panhispánico de Dudas al hablar de bitácora) o quizá «webloc» o «webbloc».
Siento no compartir para nada tu opinión.
Una cosa es un «cuaderno de bitácora» -que al final acabamos denominando, «bitácora» a secas y otra ese armario del que tú hablas.
Los términos en español también pueden ser tan versáliles como los ingleses -o más- si nosotros mismos no ponemos las trabas.
A propósito, como no veo ningún enlace para referenciar esta entrada, te pego la dirección donde un día di a conocer mi opinión al respecto.
http://misosofos.com/04/2007/por-que-bitacora-y-no-blog-incluye-algunas-reflexiones-linguisticas-de-un-humilde-servidor-al-respecto/
Siento no compartir para nada tu opinión.
Una cosa es un «cuaderno de bitácora» -que al final acabamos denominando, «bitácora» a secas y otra ese armario del que tú hablas.
Los términos en español también pueden ser tan versáliles como los ingleses -o más- si nosotros mismos no ponemos las trabas.
A propósito, como no veo ningún enlace para referenciar esta entrada, te pego la dirección donde un día di a conocer mi opinión al respecto.
http://misosofos.com/04/2007/por-que-bitacora-y-no-blog-incluye-algunas-reflexiones-linguisticas-de-un-humilde-servidor-al-respecto/
Perdón por dejar el comentario 2 veces. Pensé que no se había enviado a causa del error que muestra la página.
Perdón por dejar el comentario 2 veces. Pensé que no se había enviado a causa del error que muestra la página.
¡Ah! Y precisamente ejemplos como los que pides, te pongo en esa dirección que te he dado 😉
Bueno, si tú crees que vale más tu opinión que la del diccionario de la DRAE sobre lo que es un cuaderno de bitácora no seré yo quien te lleve la contraria. Igual eres marinero/a y todo.
¿Que no ves enlace? Pues mira la barra de dirección de tu navegador, o copia la dirección del título del post. No es tan difícil. O ¿te referías al trackback?
Yo por principio soy partidario de aceptar neologismos antes que machacar y destruir significados previos ya existentes en el idioma. Es un reciclaje de palabras empobrecedor a mi entender.
No obstante, una reflexión de alguien que lleva trabajando en y con la Red desde hace unos 15 añitos: para cuando nos pongamos de acuerdo y la RAE dicte su doctrina al respecto, ya ni habrá blogs, habrán pasado a la efímera historia de Internet como tantos otros términos técnicos o funcionales, así que… 😉
La RAE ha añadido muchas veces nuevas acepciones.
Y creo que añadiría esta, antes de introducir «blog».
Buen… Creo que ya te explicaron satisfactoriamente, ¿o no? Igual se dice me tomé una botella… La sala me aplaudió… etcetera. Creo que esa figura se llama metonimía y/o condensación y simplemente se nombra lo que contiene para designar el contenido.
¡Asi de sencillo!
Pues no, ni me convence ni me satisface esa ridícula y presunta metonimia. Debemos hacer constar una diferencia fundamental: es una metáfora + unha metonimia, lo cual lo aleja en mi opinión demasiado del significado original como para preferirlo al neologismo. Un blog no se parece en nada a un armario de un barco ;-D
Es de sabios cambiar de opinión. ¿Tú no has cambiado,no?
Gracias por tu aclaración, me parece muy interesante el hecho de recordar el verdadero significado de las palabras que con el tiempo y la frecuencia de uso a veces se llega a perder. Aún así, creo que llamar bitácora a un blog, no estaría fuera de contexto, pues como ya lo mencionaste en tu post, se refiere a un armario donde se guardan los cuadernos con las cartas de navegación, y personalmente pienso que a eso se asemeja un blog, pues viene a ser un repositorio de experiencias, noticias, opiniones y demás, según el objetivo para el cual haya sido creado.