Aunque sólo fuese para prevenir a la población y crear una barricada social y política frente al más que seguro riesgo de la propuesta fascista ante el colapso civilizatorio, las izquierdas deberían estar: 1º) asumiendo con rotundidad el discurso y el programa decrecentistas conscientes del colapso debido al choque civilizatorio con los límites planetarios; y 2º) buscando una sólida y continuada unidad de acción a la altura de los excepcionales tiempos que vivimos.